lunes, 6 de julio de 2020

REFLEXION




REFLEXIÓN



Era miercoles 8:00 am, llegué puntual a la escuela de mi hio. “No olviden venir a la reuinón de mañana, es obligatoria – fue lo que la maestra me había dicho un día antes.
-          ¡Pues qué piensa está maestra! ¿Creé  que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.
De ella dependía un buen negocio y…!tuve que cancelarla!
Ahí estábamos todos, papás y mamás la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando eso nuevo televisor con el dinero que recibiría.
Juan Rodríguez: - escuché a lo lejos- ¿No está el papá de Juan Rodríguez?- Dijo la maestra.
-“Sí aquí estoy”- contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo.
Regresé a mi lugar y me dispuse a verla – “¿Para esto vine? ¿Qué es eso? La boleta estaba llena de 2 y 3. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.
De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba.
“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta! ¡Ahora si le va a ir muy mal” Llegué, entré a la casa, azoté la puerta y grité – “ven acá Juan!” estaba en el patio y corrió a abrazarme - ¡papá! “!Que papá ni que nada!” Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuántos azotes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡!!Y te me vas a tu cuarto!!! Terminé.
Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.
Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.
Cuando me fui acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo:
“Léela despacio y después toma una decisión…”
Al leerla, vi que decía: BOLETA DE CALIFICACIONES: Calificando a papá:
Por el tiempo que tu papá te dedica: 3
Para jugar contigo: 3
Para enseñarte cosas: 2
En abrazarte y besarte: 3
Para ayudarte en tus tareas: 3
Para ver la televisión contigo: 3
Saliendo de paseo con la familia: 3
A conversar contigo antes de dormir: 2
Para escuchar tus dudas o problemas: 3
En contarte un cuento antes de dormir: 2
Calificación promedio: 3.22

Los hijos habían calificado a sus papás, El mío me había puesto 3 y 2 (sinceramente creo que me merecía 2 o menos en todas las notas) Me levanté y corrí al cuarto de mi hijo lo abracé y lloré. Me hubiera gustado poder regresar el tiempo…pero era imposible, Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: - ¡te quiero papito!. Cerró sus ojos y se durmió.
¡Despertemos papás! – Aprendamos a darle el valor adecuado aquello que es importante en la relación con nuestros hijos, ya que en gran parte, de ella depende el triunfo o fracaso en sus vidas…y por ende en las nuestras.
¿Te has puesto a pensar que calificaciones te daría hoy tu hijo? Esmérate por sacar buenas calificaciones….                      Feliz semana.

ANGELA M. BUILES T. Psicóloga


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